viernes, 5 de octubre de 2012

El camino jodidamente duro.

"Siempre he sabido donde estaba el camino correcto. Sin excepción, lo supe. Pero nunca lo tomé. ¿Saben por qué? Era jodidamente duro." - Al Pacino en "Perfume de Mujer"
Esta y otras frases del Teniente-Coronel Frank Slade, interpretado por Pacino, me hacen ver la película una y otra vez, cada vez que puedo. En Venezuela también hay un Teniente-Coronel que siempre supo dónde estaba el camino correcto. Casualmente tampoco lo tomó.

Al principio ese camino no parece tan duro, nos acompaña con la inocencia cuando somos niños, nos lo refuerzan con amor nuestros padres, parece coincidir con las cosas que nos llevan al éxito monetario y la imagen de ejecutivo de primer mundo. Lo difícil viene cuando tienes que dejar vanidades e intereses egoístas, la búsqueda del poder y el reconocimiento para poder verte en el espejo y seguirte reconociendo. Seguir sonriendo. Poder ver a la cara a mis padres que siempre lo recorrieron. Ese camino por el que transcurro me ha hecho dejar a un lado trajes y corbatas, lujos y viajes, carro último modelo, para seguir teniendo lo que siempre valoro y resguardo en mi espíritu y mi alma. El sentido de lo correcto inculcado por papá y mamá me guía.  El querer dormir tranquilo, me llena de razón. Mis hijos me dan la fuerza. La humildad me permite despojarme de lo que no es importante.

Mi camino hoy me lleva por las calles de la ciudad prestándole servicio a los ciudadanos, vestido con camisa manga corta, blanca y pulcra. Y seguiré en esto mientras esta sea la ruta correcta.

Hoy soplan vientos de cambio en Venezuela y un joven que quiere ser Presidente parece que remonta la cuesta de ese camino - jodidamente duro - para tomarle las riendas del país al Teniente-Coronel que equivocó el camino. Nos dice una y otra vez que hay un camino y espero que sea ese camino duro pero correcto que muchos venezolanos tomamos día a día. Yo pienso siempre transitar por ese camino duro, lo que haga y logre será siempre por esa calle. A Henrique Capriles Radonski le invito a mantenerse en él. De esa forma yo lo puedo acompañar. De esa manera se puede montar en mi Taxi y yo montarme en el autobús del Progreso.

Si me pide que lo acompañe fuera de ese camino, lo siento, pero para ese lado yo no hago carreras...

Tiene mi voto y mi apoyo para hacerlo bien. Tiene mis ojos para vigilarle y mis manos para saludarle cuando esté haciendo lo correcto o para hacerle un gesto de "Epa, párate ahí" cuando no quiera seguir ese camino jodidamente duro.

Al Teniente-Coronel, espero que el futuro le permita rencontrarse con ese camino para que logre la tranquilidad y paz en el tiempo que le quede, como lo hizo el Teniente-Coronel Frank Slade en el clímax de la película.

El camino jodidamente duro que viene pasa por despojarse de revanchas y sentimientos de venganza que podamos tener para rencontrarnos como país. Dejar el camino fácil del odio por el camino jodidamente duro de la unidad.

Este 7-0 les invito a recorrer conmigo ese camino jodidamente duro.

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